La perspectiva fotográfica es la forma de representar el efecto visual de las tres dimensiones de la realidad en un plano bidimensional que vendría a ser nuestra fotografía. Este efecto visual no es más que una ilusión óptica que el fotógrafo crea para transmitir la sensación de profundidad, sobretodo en paisajes, y así darle un sentido a su fotografía.
Existen múltiples formas de representar la tridimensionalidad, entre las más usadas tenemos:
1.- La convergencia de líneas: Podemos utilizar las líneas de una carretera, un ferrocarril, una acera, en fin cualquier cosa que pueda representarse como la convergencia de 2 o más líneas hacia un punto lejano, llamado el punto de fuga, así tenemos:
2.- La escala: La disminución del tamaño de los objetos cuando se alejan de la cámara potencian el efecto visual de tridimensionalidad en una toma, a esto se le llama escala, así una fila de árboles, postes de alumbrado público, etc… son una buena forma de dar esta ilusión.
3.- El tono y el color: La tonalidad de los colores claros y oscuros nos pueden ayudar a dar el efecto de profundidad a una toma, así en un atardecer los tonos más claros se ubican detrás de los oscuros dando esta diferencia de color el efecto visual esperado.
4.- El primer término: Siempre es válido poner algún objeto delante de la toma principal que quede como un marco, para proyectar la ilusión de cercanía y lejanía.
5.- La longitud focal utilizada: La perspectiva visual también cambia cuando utilizamos un lente teleobjetivo (con bastante zoom), de acuerdo a la distancia focal o zoom utilizado, el fondo se va desenfocando y contrayendo, así tomamos como ejemplo este muñequito matrioska que vamos a tomarle fotos a diferentes distancias; pero siempre tratando de que se vea del mismo tamaño en el cuadro:
a 38mm |
a 300mm |
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